Skye Coffe

Y si tenía ese sueño, lo demás poco importaba. El estruendo de esa melodía que se camufla en el rayo solar que atraviesa la cremosa capa que cubría mi café, ese chute que te despierta y desplaza tu realidad hacia el blanco y negro.

Y a veces giraba dentro de mí para visitar de nuevo ese sueño, volviendo a ver esa Citroën HY72 y me lanzaba al placer de su aroma, su barista manipulando el café cómo si entre sus manos tuviera el poder de cambiar su mañana y por asociación de ideas,todas las nuestras. Y mientras, ella miraba extasiada las delicias de la Hofmann (croissants y pasteles).

Traté de retener y saborear cada microsegundo para crear una poesía sobre Skye Coffee, sobre su mundo en este espacio 88 convertido en peregrinación de artistas y románticos del café. Unos versos acerca de desayunos llenos de contradicciones y éxtasis, de mezclas, ácido amargo del café contra textura dulce del pastel.

Un sueño dentro de otro sueño, al que escapar cuando se te antoja belleza y la eternizas durante tu día.

Una furgoneta y Skye siempre repartiendo felicidad en cada café dentro de su mundo sobre ruedas, dentro del espacio 88 desde el que domina nuestras mañanas.

Serge Barnet

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