Un sueño que se repite. Un monstruo de queso fundido que me vigila, noche tras noche. Después de varios días repitiéndose, por fin hoy le he encontrado el sentido. El deseo incontrolable de comer pizza me ha despertado hoy de golpe. Hoy quiero pizza. Pero no una cualquiera, quiero una pizza de verdad. Quiero sentarme en un rincón, ojear alguna revista, pensar en los regalos que aún me quedan por comprar y devorar una porción de este terrenal tesoro ¡Quiero pizza y punto! Y cuando parecía que mi sueño iba a quedarse en eso, un simple deseo, descubro que la ciudad -aquella que hasta ahora era territorio de grandes cadenas que se atrevían a usurpar a la ligera términos como “trattoria” o “pizzeria”- tiene un nuevo dealer de pizzas: Parking Pizza. Para todos aquellos que también estéis hartos de pizzas hawaianas y demás aberraciones, Parking Pizza se postula como el hype de moda: simple, bueno y de calidad. Lejos de la versión italiana de Paellador, aquí se atreven con propuestas contundentes, perfectas para compartir. Ocho tipos de pizza que hacen realidad nuestros sueños más húmedos Gorgonzola, pecorino, taleggio, chalotas, albahaca, tomate seco, speck, scamorza, salvia… un festín de sabores que alegran el alma, bocado tras bocado. Ya estás tardando en aparcar tu inquieto espíritu foodie en este nuevo templo de la pizza en Barcelona.
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