Reflejos dorados como purpurina en una noche de reyes se instalaban en nuestro bol de macha, ella y sus palabras convertidas en flores al chocar contra el maravilloso mural pintado en la pared. Estábamos en de The Juice House, y su «claim» Clean Eating preparó nuestras almas para una bacanal detox épica.

La sensación de estar en otra galaxia sobrevolaba mi jueves en aquel rincón de Sant Antoni, la combinación de productos frescos y el cariño con que Luz y Daniela (las propietarias) trataban a mi vista los alimentos era una hipérbole de belleza, al llegar mi plato pueda sentir 2016 sabores en mi boca como mariposas en tu estomago.

Hablamos de nuestro próximo viaje, lo planificábamos mientras te bebías el smoothie y ponías tu cara más graciosa, también no podías evitar soltar un ¡Que rico! y así llegamos al fresquísimo salmón. La mañana volaba en The Juice House, el vuelo era como un regalo en helicóptero y adentrarse de esta manera en el año dieciséis nos vacuno de todos nuestros males.

Este lugar siempre será nuestra segunda casa, donde venir a comer sus delicias y su comida saludable, mientras construimos en nuestra cabeza un viaje perfecto fuera de nuestra ciudad o dentro de nuestras calles.

Serge Barnet

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The Juice House
c/ Parlament 12
Barcelona