Es entrar y volver a la velocidad de la luz al pasado, un tiempo donde tu madre te compraba la ropa y te preparaba “pastelitos” con todo el amor del mundo. Unos cupcakes hechos con el mismo cariño que nuestras madres son los que abarrotan la barra,los capuchinos dibujan las formas mas bonitas que jamas hayamos podido imaginar.  El espacio en el que nos encontramos es cálido y sencillo, sin estridencias ni falsas apariencias.

Al rato de estar empezamos a fantasear que estamos en el salón de nuestra casa.

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Cup & Cake
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Barcelona