El sol de enero, te araña, te calienta como tu fantasía más recurrente, sin piedad. Partiendo de esa sensación fui en búsqueda de más placer; y lo encontré: hacer fotos para instagram mientras me como unos huevos benedictinos, la ecuación perfecta para huir del invierno aunque sea por una puta hora.
Siempre hemos estado a favor de las pequeñas cosas, de los detalles, de los sitios de no más de 40 metros cuadrados, y de la sensación de que podrías estar en tu casa pero sin cocinar, sin limpiar, sin ordenador XL en el que ver netflix, pues bien, este es uno de ellos, Can Dende.
El Poblenou, el barrio más inspirador de Barcelona, nunca hay nadie los fines de semanas, es como pasear en tu sueño. En una esquina lleno de cristaleras esta este sitio, ya hace años que tiene puesta la bandera de uno de los mejores desayunos de la ciudad, no venimos a descubrir nada, solo queremos comer unos buenos huevos y hacer nuestra jodida foto.
Aquí siempre hay cola, como en los grandes pequeños sitios: Ramen Ya-Hiro, Fish & Chips Shop, Picnic.. pero es una buena oportunidad para hablar con la gente, ligar o hacer amigos, mientras esperamos el desayuno. Dentro lo de siempre pero bueno: pancakes, benedicts: de salmón, de bacon y hasta con pulled pork. Lo más destacable es que aquí la carta del brunch es a diario.
Can Dende, un must donde todos los días son fin de semana.
Fotos: Víctor Ibañez
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