Matina
En una calle del renovado Casco Vello (viejo) de Vigo, donde antaño se ejercía la prostitución en locales o en plena rúa, se asienta un espacio de gusto elevado donde puedes hacer la compra de productos ecológicos, tomar un brunch, adquirir mobiliario o disfrutar de obras de arte que van cambiando con carácter mensual.
Sobre el mostrador yacen sosegadas las empanadas, al estilo tradicional gallego, con ese toque cool que distingue a los productos ecológicos pidiendo a gritos, muy suaves, ser degustadas. Me decanto por probar la de masa madre con trigo ecológico y semillas que lleva una soja texturizada, imitando al picadillo de carne. Para acompañar a este cuadrado perfecto, solicito un trozo de la tarta de naranja y almendra y, para culminar el almuerzo sabático, un bollito imperfecto de te vérde macha y mango del que aún recuerdo su grato aroma. Todo ello va a ir, en encaje líquido, con un zumo de acelga, apio, jengibre, manzana y limón.
Decido sentarme en la mesa que está más cerca de la pared decorada por Ramón López. Es una mesa amplia en la que leer su catálogo es más que propicio. A mi espalda un estante con cristalería única, copas exclusivas y una loza de locura transitoria.
Observo como empiezan a desfilar las tostadas de siete panes ecológicos diferentes por la sala. Unos coronados con jamón ibérico con tomate untado. Otros con mermeladas de colores inimaginables e inciertos. Mantelería fina y cubertería escogida para los brunch de cuidada presentación los sábados y domingos.
Fotos : Matina
Matina
C/ Abeleira Menéndez 26
Vigo
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