Un paseo por el casco antiguo de la ciudad hizo que encontrara este sitio, y es que alguien me chivó que me iba a gustar y no se equivocaba. Un previo trabajo de investigación a través de las redes sociales me lo confirmó: Good job, confidente! Así que una tarde cualquiera, llegué a este rinconcito con tanto encanto llamado The October Press en el barrio de Alicante.
Muy pocas sitios consiguen encandilarme de tal forma. Dos pasos dentro y el ambiente me cautivó. Labios sellados y ojos bien abiertos intentando captarlo todo. Pasito a pasito me entretengo en cada uno de sus detalles. El arte y la cultura alicantina tiene su lugar aquí. En las peculiares exposiciones de las paredes y en sus muebles restaurados llenos de fanzines, camis, totes, postales, obras y trabajos de diseñadores locales de todo tipo.
Unos pasitos más y una bici antigua de metal acompaña a una pequeña barra con una carta amplia de cervezas artesanales, vinos, café de especialidad Dorigen, tés y si quieres picar una tapa saludable o un trozo de tarta. Tú decides: team dulce o team salado. Lo que quieras te lo sirven al fondo en sus mesas preciosas estampadas con rostros con grandes ojos tristes o en ese sofá tan acogedor que incita a hundir tus posaderas en él y no moverte en largo rato. Ya si alguien toca ese piano, te digo que me quedaba a vivir aquí.
The October Press es un proyecto de David y Sandra. Es el resultado de querer juntar una cafetería con una tienda pero también un estudio de diseño y una imprenta. Tienen un pequeño gran hueco dónde mancharte las manos y aprender. Se imparten talleres de seriegrafía y lettering que van ofertando a través de su Facebook a pequeños grupos. Me entero que además tienen un taller de tocar el ukele. No quiero saber más porque estoy a un suspiro de pedirles que me adopten.
Siempre muy a favor de este tipo de sitios tan encantadores dónde la creatividad fluye sola. Siempre.
PatriciaTedaTiricia
Pic by PatiGagarin
