El passatge dels gats

EL PASSATGE DELS GATS

Tres semanas. Tres. O quizá alguna más. Mandándonos mensajes con “vamos” y “gatos” como palabras clave. Y con “joder” y ”no hay sitio” como respuesta. Y después de tanto tiempo deseándolo, os diré una cosa: la curiosidad no mata al gato, sino a nosotras de hambre.

Teníamos todo lo necesario. Ganas de merendar, ganas de sobetear gatos y dos niñitas que se morían por hundir un muffin en su dientes de leche. Y ese viernes sí, lo conseguimos. Ana, sus sobrinas y yo nos fuimos a pasar la tarde entre migas y ronroneos.

El Passatge dels gats no pilla de paso pero no hay pies que no se paren en su puerta, ni narices que no se peguen a su cristal. Es lo que tienen los gatos, que venden mucho. Sino, que le pregunten a Instagram.

El espacio tiene suerte. No buscan ser especiales. Pero sus suaves huéspedes consiguen que desprenda encanto. Bueno, eso y lo bonito de su intención y su forma de implicarse con la adopción de animales que se han tragado una historia bien amarga.

Se llaman cat café. Y normal. Porque el espresso siempre viene bañado en felinos husmeando.

Por nuestra mesa pasaron almohadillas sonrosadas entre un par de cafés con leche, dos zumos, un croissant y unos cuantos muffins de chocolate. Todo servido con sus respectivas tapas y tuppers para que los gatos no se lleven a la panza estas cosas de humanos.

El café no estaba mal. El muffin, tampoco. El croissant se puso firme y decidió que ese no era el día en que el tenedor lograría engancharle. Así que, nuestro cat café fue más cat que café. Y la merienda, más bien una excusa para llevarse algo a la boca mientras compartes unas buenas caricias con los gatitos. Una pena porque los mimos de los gatitos estuvieron exquisitos. Miau.

Sandra Chanzá

Contact
El passatge dels gats
Calle Turia, 28
46008 Valencia
info@elpassatgedelsgats.com www.elpassatgedelsgats.com