Esa sensación, que de muy esperada se vuelve inesperada cuando cae un año y surge uno nuevo. Como cuando pides un plato y te lo adornan por dentro y no por fuera como estamos hartos de ver.

Esa sensación de comer un menú muy por encima de la corrección comprando el año que se nos fue el numero 12 y convirtiéndolo en el dinero que dejas en la mesa sintiéndote elegante.

Esa sensación de poder elegir cinco o seis opciones por plato ( ojo al trinchado de col con butifarras y patata ) comprobando al final que el nivel es excelente en todos los casos no ocurre a menudo en menús laborables y menos por una docena de euros.

Top en lo que se refiere a menús diarios, vayan si buscan nuevas sensaciones.

Sergi Barnet

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