Mientras la gran mayoría vive aceptando con resignación la postal de vacaciones veraniegas en la que se ha convertido Barcelona; cuando escasos son los barceloneses que osan acercarse a las Torres Mapfre; cuando todos han decidido tirar la toalla… en otra playa, Ella, fiel a sus principios, nunca ha dejado de sonreír. Ella defiende una Barcelona para los de Barcelona. Una Barcelona donde la brisa del mar y el olor a arena mojada se mezclan con el abrasador calor del asfalto en verano. Una ciudad que perdería gran parte de su carisma sin su costa, sin sus playas. Sin Vai Moana. Vai Moana no es un chiringuito cualquiera. Con una decoración informal a la par que elegante y trabajada, su oferta tiene todo lo que debería recuperar Barcelona sin olvidarse del mundo global en el que vivimos. Porque uno no debe confundirse y pensar que por el simple hecho de estar situado en la arena a escasos metros del mar, solo podrá llenar su buche con fritanga y tinto de verano. No, gracias. Vai Moana quiere luchar por romper con el clásico cliché de Barcelona-playa-guiris-sangría-Paellador-fritanga. Cobijado bajo su sombra y acariciado por el agradable soplido del mar, podrás abrir el apetito disfrutando de un Bellini acompañado de un tartar de salmón con manzana que quita el hipo o de un delicioso tzatziki con pan de pita. Pero si lo que quieres es sorprenderte te recomendamos el plato que mejor define la esencia de Vai Moana: Su hamburguesa Tokio. Elaborada con calamar y pan artesano negro por la propia tinta del calamar. Todo ello acompañado de cebolla caramelizada, tomate y mayonesa de wasabi. Un plato que transforma en sabor toda una declaración de principios. Tradición y mar; pero también vanguardia y modernidad. En Vai Moana podrás encontrarte con Ella. Sentada en una de sus mesas mientras disfruta de una piña colada y sonríe por saber que guarda un secreto que pronto todos los barceloneses sabrán.  
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Playa Bogatell
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