Tempura-Ya

Nada hacia presagiar que, tras aparcar en una de las calles más transitadas de Barcelona, íbamos a volar hacia un universo asiático tan delicioso del que no querríamos salir. Tempura-Ya engancha. Tempura-Ya, sorprende y para muy bien.

Empezamos nuestro viaje a la Tierra del Sol Naciente con las gyozas rellenas de carne y verduras al vapor, reconvertidas en pequeños bocados de placer. El toque caliente de la noche llegó con los Yaki Udon, unos fideos gruesos udon salteados con almejas y setas shitake que, sin duda, sobrepasaban con creces las expectativas con las que llegamos. Los ebi tempura uramaki (rollo invertido de tempura de langostinos), los maki de salmón y los California roll, hicieron el resto. Japón nos había atrapado y ya no había vuelta atrás.

Mientras todavía seguíamos relamiéndonos por este vaivén de sabores, decidimos que no aún habíamos terminado. Un helado de té verde que volvió a sorprendernos fue el colofón a una experiencia sensorial, casi mágica.

Sí, lo reconozco, fuimos un poco rebeldes y no probamos la especialidad de la casa –la tempura, como ya habrás deducido- así que tomamos nota para la próxima vez porque, sin duda, ésta no será nuestra última visita.

Laura Hernandez