Si la curiosidad mató al gato, a mi me llenó la panza. Está soy yo, que un día como cualquier otro, mirando la lupa de Instagram me encuentro ante un perfil de un sitio nuevo en Alicante. Un sitio que dice que todos sus platos tienen otra historia que contar y eso mismo hace presentando videos con relatos un tanto peculiares sobre personajes un tanto pintorescos. Cada personaje es un plato y cada plato es una intriga. Historietas extrañas que no hacen más que acrecentan mi curiosidad. Así pues, no me quedaba otra más que hacer una quedada con mi partner in crime foodie e ir a investigar.
Un par de whatsapps contándole la misión y nos vemos para comer en el local de Sudeste, arriba del Acuario. Nos paramos en el descansillo de la entrada a leer la pizarra. Afterwork pone, luego preguntamos a ver de qué se trata. Un par de pasos y entramos a un local de tonos tostados con una amplia barra a primera mano, seguido de mesas de madera de todo tipo de tamaño y sillas de colegio viejo por doquier, con una luz tenue de unas bombillas que parecen de primeros de siglo y unos cuantos cactus (qué tendrán que siempre gustan). Todo parece en su sitio, cuidado al mínimo detalle pero ahí algo más. Se nota en el ambiente. Nos sentamos y pedimos: entrantes a compartir y cada una su plato. La carta ya la conocíamos, ya habíamos visto los videos de los personajes y se nos había hecho la boca agua. Conquistan por el ojo, vamos a ver por el estómago que es el que manda. Llegan y no decepcionan: qué placer da dipear. Lleva cuidado con el chipotle que pica. No tarda y asoman los principales por la cocina. Una Swiss Dreams Burguer para mi acompañante y el Herviboro para mi. Sin darnos cuenta ya no hablamos, sólo comemos. Eso es que está demasiado rico. Sin embargo, no paro de dar vueltas en mi cabeza a esas historietas extrañas. Quiénes son esos personajes y por qué el nombre de los platos. No aguanto más y pregunto. Nos invitan a ver los cuadros que tienen repartidos por el local y nos dicen que pase el código QR. No tengo la aplicación, me la descargo gracias a su wifi. Vamos uno a uno y se nos queda cara de emoticono que parece el cuadro de El Grito. Tranquilos, no voy a spoilear. No lo hago desde Perdidos. Id a averiguarlo por vosotros mismos. Es más, es de obligada necesidad que vayáis a probar sus platos y ya de paso entreteneros con las historietas porque sí, Sudeste es otra historia que contar.
Con el apetito y curiosidad saciados, tan sólo nos queda saber qué es lo del Afterwork. Pregunto de nuevo. Nos cuentan que abren por las tardes para que puedas ir a tomarte la cervecita con unos Wacachips o los Russian Fingers después del curro y poder así desconectar. Sabías palabras. Además nos enseña la amplia cata de cervezas que tienen. Botellines preciosos de cervezas de la terreta, producto alicantino bien fino. No se hable más, volvemos a la tarde. Escribe a esta, que yo escribo a aquella.
Pics by PatiGagarin
