Raro Rare

-Eres rara.

-Gracias.

Y es que lo raro es bueno, claro que sí. Basta ya de hacer apología de la mediocridad cuando lo bonito se encuentra en lo extraordinario, en esa peculiaridad que te hace diferente, distinto… sí, raro.

Raro rare es un espacio para los amantes de lo insólito donde desde la decoración (diferentes objetos de coleccionista que te sorprenderán) hasta la carta tienen un punto especial y diferente.

A primera vista puedes pensar que su cocina, que se basa principalmente en platos crudos y semicrudos con una buena materia prima, puede no ser muy diferente del resto de aperturas de Madrid: ceviche,  sashimi, gyozas… pero tienes que abrir un poco más los ojos, porque en los detalles está la diferencia. Y es que aquí a platos más o menos comunes dentro de la cocina fusión, les dan un segundo giro, otro twist que les hace diferentes y especiales.

Decidimos empezar con un Usuzukury de atún con tartar de tomate y galleta de arroz, súper sabroso y un ceviche de corvina y gambón que nos hace chispas en el paladar. Seguimos con las gyozas de pollo con papada ibérica, mayonesa de yuzu y kumquat confitado, ñam. El último plato es el que más nos sorprende y deslumbra, su Picaseta, una especie de “callos vegetarianos” … es decir, una cazuela de setas con huevo frito y leche de coco, lo tienes que probar.

Con la llegada de los postres siguen las sorpresas y es que su propuesta dulce consiste en una serie de helados caseros (diferentes sabores y toppings) a maridar con cocteles.  Nosotras nos decantamos por el Sol Naciente (sake, triple seco, frutos rojos y lima) con helado de leche merengada y el Conde de Paris (brandy, frutos rojos, cointreau y tinto) con helado de cheescake… suena raro verdad? Eso es que estaba muy rico.

Cristina V.

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