Es de sobra sabido que cuando hablamos de café nos ponemos serios. Pues somos coffeelovers, coffeeadicts, coffeaholics… todos los hashtags que quieras. Nos flipa este brebaje cosa mala pero, eso sí, no uno cualquiera. Sólo le prometemos amor eterno, al café de especialidad.
Para nuestro regocijo, nuestra ciudad ha empezado a oler a esta cafeína. En poco tiempo, hemos disfrutado de una pequeña revolución de la cultura del café. Calmando el ansia de los viciosos y despertando la curiosidad de muchos nuevos adeptos.
No obstante, he aquí, un llamamiento para todos esos yonkis de la cafeína. Entre las callejuelas del barrio, se encuentra Madness Coffee, el lugar idóneo donde dar rienda nuestros oscuros más deseos.
Unas antiguas oficinas del Ayuntamiento, ahora abarcan el primer microroaster de la ciudad de Alicante. Dos plantas llenas de recovecos con aires nostálgicos de los viejos clásicos de Hollywood, te invitan a que rindas pleitesía a esta adicción con su lema fresh-fresh-concept. Una redundancia que entiendes cuando ves que todo es fresco.
Desde los cafés d´Origenes que son traídos de grano verde y tostándolos allí mismo los Martes. Hasta su leche de vaca no pasteurizada Varranquillo y la gran variedad de leches vegetales. Huyen de marcas convencionales y ultraprocesadas ofreciendo cervezas artesanales Yakka, refrescos Fritzkola, panes de masa madre, mermeladas caseras para sus brunch, tés de todo tipo como chai y matcha, dulces diferentes como los mochis… todas esas cosas, que hacen que te entre un cosquilleo de gusto.
En su barra puedes leer cómo es tratado cada uno de sus cafés de manera diferente y tostado en función de su roastery, es decir, la ratio del tueste que evita su fermentación. Todos estos factores los controlan a la perfección para que nada condicione el sabor del café como el PH del agua en el filtrado. Ello hace que no necesiten nada más al sorbo.
Si queréis saber de lo que hablo, podéis venir los Jueves a sus catas de café o si no, cualquier día, que me encontraréis en la barra delante de la Marzocco, la Ferrari de las cafeteras, disfrutando de mi chute diario de Expresso.
Pics by Queridamaldita
