Luma

Hacía tiempo que nos aguantábamos las ganas de probar lo nuevo de Omar Malpartida, la cabeza y las manos que están detrás de dos de nuestros grandes favoritos en la ciudad: Tiradito y Barra M, dos joyas de esas a las que siempre es buen momento para volver. Como no es bueno retener tanto tiempo los deseos, decidimos que acudir a Luma puede ser la mejor manera de comenzar este 2019 y tanto que lo fue. Con productos importados de allá (en Perú) y otros seleccionados de entre lo mejorcito de acá, Omar y su equipo nos presentan una cocina que va, vuelve y se queda para siempre en nuestra memoria gustativa.

 Pero nos dejamos de rollos y os contamos ya lo que comimos. Su carta de divide entre Bocados, Unión y Orígenes, aunque también se puede elegir un menú degustación pero a nosotras nos apetecía jugar y escoger un poco de cada. Lo primero que probamos es el Ají de Gallina, un bocado que deja el pabellón muy alto, demasiado, ¿podemos comernos otros 5 ó 6? Seguimos con tostón con ibéricos, sachatomate y ají. Del apartado Unión escogemos y acertamos con la Palta y Pulpo (un pulpo braseado con una salsa de ñoras y cacahuetes para llorar) y la Jalea tintada (chipirones crujientes con ali oli cítrico), sorprende y agrada. Llegamos a los Orígenes con su Huatia, una carrillera a la brasa con salteado de ajíes y juegos de cúrcuma y carne, qué bien comerse esta carne cuando la cocinan con tanto acierto. Terminamos con su Passiflora, un postre de maracuyá y chocolate blanco que da hasta pena comérselo de lo bonito que es. 

Cuando salimos de allí nos acompaña la certeza de que este equipazo lo ha vuelto a hacer y ya podemos añadir Luma a nuestra lista de sitios para recomendar y nunca fallar. 

Cristina V