Carrer de Sant Lluís 35
931054947
BCN
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Tenían el día libre y fue el sol el encargado de despertarlos en aquella pequeña buhardilla de Gràcia.
Salieron de la cama a regañadientes y se detuvieron en el sofá a tomarse el café. “Saldremos a pasear por el barrio. Hace un día espléndido”. Se vistieron en cinco minutos, la sencillez no se demora. Bajaron dando saltos las escaleras de caracol del edificio y se decidieron a perderse y callejear. Hacía tiempo que no deambulaban por el barrio, el trabajo los había apartado de las callejuelas de ese pequeño pueblo en la ciudad.
Era cerca de la 1 de la tarde y un olor les llamó al girar la primera esquina. “Vamos a ver de donde viene este rico aroma…”, dijo él. Cogidos de la mano, se acercaron a una pequeña cristalera con una pizarra a un lado. “Les tres a la cuina”. No habían oído hablar del lugar. Parecía que algunas cosas habían sucedido mientras ellos trabajaban sin cesar… “Entremos” dijo ella mientras lo arrastraba hacia el interior del local. Pequeño, menudo, con vinos en las estanterías y paquetes con todo tipo de comida de lo más apetecible. Al fondo, un gran mostrador con bandejas que pedían tomarlas y probar un bocado de cada una de ellas. Detrás, una chica servía platos. “¿Qué os pongo?”, dijo al verlos. Los dos, se miraron extrañados y dudaron un par de segundos pero el atractivo de los platos, hizo que rápido sucumbieran al placer y pidieran un rico menú a base de comida casera. Espelta al horno con berenjena, pimiento rojo, hinojo y pesto. De segundo, pollo al horno con albaricoque y ciruelas acompañado de arroz. Muy originales, ambos pidieron lo mismo. Solía suceder de ese modo, pocas veces alcanzaban a intercambiar sus platos porque solían enamorarse de las mismas propuestas. ¿El toque final? Manzana con crema pastelera y crumble, uno para dos.
A 9 euros de sentirse como un niño al abrir un regalo, pensaron esos dos hipsters mientras veían como les envolvían los dos menús idénticos que iban a llevarse a casa.
Anna Alfaro de Just me by myself
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