Me encanta comer y eso está más que demostrado. Así que cuando me invitaron hace un par de semanas a la inauguración de la nueva imagen del corner de crêpes y gofres que hay al final de la Rambla, ese de siempre que está a puntito de llegar a la Explanada, no me pude negar.
Ahora se llama LeMien y lo que no me esperaba era que íbamos a flipar tanto todos los invitados.
A pesar de que suene muy a cliché, en LeMien se han reinventado. A sus recetas tradicionales del crêpe de la Bretaña y del gofre belga de Lieja, le ha dado su toque propio para poder sorprendernos de maneras diferentes. Tan diferentes que las formas han cambiado.
Prepárate para encontrarte, además de los crêpes dulces de siempre, otros que sirven en cono de helado que ellos llaman Glaceé pero también otros salados cerrados a los que llaman Calzones. Y prepárate para cogerlo con las dos manos, porque pesan un rato largo.
Sin embargo, mi cara de “¿pero qué me estás contando, maricarmen?” vino con la parte de los gofres. No padezcas que siguen teniendo los de siempre hechos con su horno de llama original de hace más de 30 años. Pero ahora, han tenido la maravillosa idea de hacer que la masa del gofre de Bruselas se pueda rellenar con queso.
Sí, he dicho rellenos y he dichos quesos. Si no me crees sólo te queda ir a comprobarlo.
De pequeños nos enseñaron que hay que compartir. A mi también me enseñaron pero cuando hay comida de por medio quiero dejar claro que es mía, solo mía. No soy de esas a las que le puedas pedir un bocado. No, no… ni se te ocurra acercarte. Y ahora puedo decir que aún menos si tengo un LeMien recién preparado entre mis manos.
PatriciaTedaTiricia
Pics by Queridamaldita
