De lo nuevo, lo mejor.
Preparen ojos y paladar, que nos vamos de viaje culinario. Esta vez volvemos a un clásico: Lamucca, porque hay veces que más vale bueno conocido. Hace poco han cumplido 10 años y lo han celebrado estrenando una nueva carta, que nos ha dejado con el brillo en los ojos.
Lo hemos festejado a lo grande, es decir, a tope de comida rica, porque a todos nosotros se nos conquista con el estómago, ¿verdad?
Para empezar, pusieron sobre la mesa tres bombas de sabor, cada una diferente a la anterior.
Ahora que es época de alcachofas, debéis aprovechar para tomar las que tienen aquí con crujiente de jamón. Se deshacen en la boca y tienen ese sabor tan característico. Lo bueno es que son bastante ligeras (y sanas), así podéis seguir a tope luego.
Decidimos continuar con los baos de cochinita pibil y ¡wow! Tienen ese toque picante súper agradable y lo intenso del interior, se contrarresta con la suavidad del pan. Resulta lógico el porqué de estar tan de moda, cada bocado es envolvente y puedes saborear todos los ingredientes con facilidad, un acierto.
A mí me mola eso de compensar algo intenso con otra cosa fresquita, los contrastes siempre son interesantes. Por eso, no dudé en pedir otro hit como son los rollitos vietnamitas. Aquí tienen una mano especial y los hacen con mucho cariño. Son sencillos de comer, blanditos, sabrosos y con ese toque fresh que te hace pensar que es verano por un momento. Además, vienen acompañados de una salsa oriental que endulza un poco y le va fenomenal.
Para no perder las buenas costumbres, acudimos a su famosísima pizza de boletus trufada…¿puede haber mejor combinación de sabores?
Y en esa pizza no se puede pedir más, el sabor es alucinante, la masa es un concierto cuando cruje y además, si vas con hambre, te llenas segurísimo. Sólo de recordarlo se me hace la boca agua.
Y es cierto que con todo esto pensaréis, bueno, igual no hay hueco para postre después de tal festín. Pero cuando ves la carta de los dulces, se te pone la sonrisa picarona y acabas pecando. No os preocupéis, que ésto se queda entre nosotros. Si os parece rematamos la jugada con la tarta de manzana con crema pastelera casera: terciopelo puro.
Ya lo dije al principio, los clásicos no fallan.
Contact
