Parece que no sepamos a dónde ir pero es que cuesta decidir cuando toda sugerencia es lo mismo. No nos queda otra que seguir paseando aunque temo que desfallezcas por el hambre. Lo pienso porque te suenan las tripas. No me lo niegues que se oyen aquí y al final de la calle.
Sin ir muy lejos hemos salido del aburrimiento del centro y sin quererlo nos hemos parado en un sitio. Sólo por el nombre se te ha antojado entrar y a mi porque me ha encantado dónde está. Una fachada verdeazulada de una casa baja con una cartel muy cinéfilo de bombillas amarillas nos mira. Leemos La Latería. Así que decidido, aquí vamos a dar la lata. Pedimos mesa para dos y nos invitan a entrar más allá del comedor dónde descubrimos un pequeño patio interior demasiado bonito, demasiado acogedor. No nos imaginábamos que este hueco pudiera estar aquí.
La Latería son Carmen y Antonio, una pareja joven que ha querido ofrecer algo diferente a la ciudad de Elche. Este es su nuevo local. No hace mucho que se han mudado de otro más pequeño que era como el preámbulo del que los ilicitanos conocíamos como La Laurel. Ahora sólo están ellos, totalmente independientes. Ambos se han tenido que reinventar en supuestas profesiones. Ella se encarga de la cocina siendo una manitas de los fogones autodidacta y él de la barra haciendo cócteles y no dejando escapar a todo aquel que entra.
En este pequeño bar puedes disfrutar de aperitivos variados como su famosa tapa crunch de bacalao en texturas; tablas de pates o quesos de la Loma; una quesadilla de gambas que lo flipas o un pulpo a la gallega muy particular con una espuma de patata que te obliga a relamer hasta la última gota; ensaladas reconstruidas de otras formas y texturas; entrepans como dicen en la zona.. que son los bocatas de toda la vida pero sorprendentes como su burger de atún fresco. Aunque hay que decir que su producto estrella son las latas de conservas artesanales de La Brújula, siendo uno de los pocos locales de la comunidad que lo ofrecen.
Algo tremendamente sencillo y diferente. Ya tú eliges: puedes tomar un aperitivo exquisito si te apasionan las conservas con una buen vino de su bodega o picar algo de la carta degustando la cerveza que más te guste. Es que ya nos merecíamos algo así, copón!
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Pics by Antonio Galelaba
