Granja Petitbó

Erase una vez una vaquería donde trabajan tanto la leche como sus derivados, con sus cristaleras agigantadas por su techo extra alto a modo de visualización de propios y extraños, ademas de una especie de balconada que nos produce un cierto romanticismo y la evocación de que en el pasado todo era mas autentico. El ahora que viene y se va tan pronto como la sensación de felicidad, nos lleva a que esa vaquería ha sido reinventada y en su lugar aparece esta granja para disfrute de los que nos gustan los placeres que empiezan por la vista y acaban en el paladar. Un refugio al que acudir una fría tarde de invierno para tomar un té, un mediodía primaveral para tomar un brunch ( entre otras opciones encontramos la mas completa unos huevos revueltos con beicon, parmesano y pancakes ) una mañana de otoño para saborear uno de los múltiples zumos ( naranja,naranja +manzana +zanahoria, kiwi +uva +manzana o manzana +apio +pepino +jengibre ) . La fusión entre el pasado y el ahora es tan fina como la emoción de planear en Granja Petitbo, cosas para hacer en el futuro.