Bueno, bonito y castizo.

Si Wes Anderson fuera gato (de madrileño, no el animal) probablemente regentaría el lobby del Hotel Iberostar Las Letras en la Gran vía madrileña. Y es que Gran Clavel parece uno de los escenarios del cineasta donde los colores pastel, la belleza de la simetría y el esplendor de décadas pasadas reinan para hacerte sentir especial.

Es entrar y comenzar a disfrutar. El espacio se dividen en tres estancias: Vermutería, Bar de vinos y Casa de comidas. Vamos, un sueño. Pretenden además ser una embajada de lo madrileño, sin renunciar a lo mundano y un altavoz para los agentes culturales y creativos de la ciudad. La cocina de sus tres espacios defiende lo local, al pequeño proveedor y la tradición.  Pero por algún sitio había que empezar y nosotras decidimos comenzar atacando la carta de su Bar de Vinos.

Nos dejamos aconsejar por el maître para ir probando diferentes vermús y de entre todos los platos, nos decantamos por la ensaladilla rusa con lascas de pulpo, el Saam de boquerones con mayonesa de Kimchi y el Sándwich club de pringá. Todo está delicioso y apuntamos en nuestra lista de pendientes los macarrones con chorizo al horno y la burger de filete ruso.

Mientras nos ponemos las botas contemplamos la Gran vía y por un momento parece que estás en  otra época y que todo brilla un poco más (los nostálgicos sabemos que cualquier tiempo pasado fue mejor).  Gran clavel sabe cómo hacer para enamorarte un poquito más (si cabe) de Madrid y de lo castizo, qué gusto sentirse así.

Cristina V.

 

 

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Gran Clavel
Gran Via, 11 
Madrid.
Abierto todos los días. 11:20- 24:00 h. Sin reserva.
http://www.granclavelmadrid.com