Nos gusta F.D. Fitzgerald por su elegancia, por su ironía, porque representa la quinta esencia de la llamada Generación perdida. Nos apasiona porque habla como nadie del brillo de la juventud, de las promesas (que a veces no se cumplen), del paso del tiempo y la decadencia y desesperación que este conlleva. Por todo ello, cuando nos enteramos de que había un  nuevo restaurante en Madrid cuyo nombre hacía homenaje a su segunda novela, corrimos apresurados a descubrirlo.

Hermosos y malditos es el restaurante del hotel TÓTEM y es además, un gran lobby que se convierte en una gran coctelería. Un lugar preciosista con un ambiente refinado que nos recuerda los placeres realmente importantes de la vida porque, ¿qué sería de esta sin una buena comida? La de Hermosos y malditos es mediterránea con un toque neoyorkino, haciendo honor a sus influencias.

Nosotras fuimos a desayunar. Su carta ofrece la opción “Zelda” (oh, la bella y fascinante Zelda) que consiste en café o Té, más zumo y bollería, yogur o tostada (a elegir), una segunda alternativa, “La Riviera” (aquí escoges entre tostada de aguacate, pancakes, bikini de mortadela trufada o dos huevos al gusto) o la más copiosa de las opciones “Francis” con las bebidas y 4 opciones de la carta a elegir.

Llegan a nuestra mesa las tortitas con manzana, canela y sirope de arce. Llega también el bikini con ese toque trufado. Y claro entre el jazz y el nombre de nuestro desayuno, nos creemos que somos dos veraneantes en Saint Tropez, que son los años 20 y que salimos en una novela de nuestro escritor favorito.

Cristina V.

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Hermanos y Malditos
Hermosilla 23. Metro: Serrano.
Precio: Zelda (4,90), La Riviera (9,50), Francis (19,80)
http://www.hermososymalditosmadrid.com/