La Brasserie de Chamberí
Si existe un lugar donde sentirse elegante a la vez que como en casa, ese lugar es Narciso. Una brasserie al estilo de los cafés centroeuropeos de los años 40 en pleno barrio de Chamberí. Entrar en su mundo de terciopelo turquesa es un placer para los sentidos, empezando por la vista, pasando por el olfato y terminando (a eso hemos venido) por el gusto.
Su carta con aires franceses y ejecutada por Mario Vallés tiene como protagonistas la temporada y el buen producto, con un extra creativo y viajero. La apoyamos sobre el mantel de cuadros, también azul, y tratamos de escoger entre la variedad de delicias a elegir mientras nos tomamos un cóctel con limón que nos va abriendo el apetito.
Comenzamos con los mejillones thai, perfectos para empezar. Les siguen los tacos mex crujientes de solomillo, con una carne tan jugosa y tan bien hecha que nos relamemos y parece que en la mesa de al lado están pasando algo de envidia porque se lo señalan al camarero ( ellos también quieren, claro). Nos sorprende la carbonara de calamares, que tienes que probar sí o sí porque no te vamos a desvelar su secreto, a ver si lo descubres tú sol@. Y como queda un poco de hueco decidimos darle una oportunidad a las croquetas y no nos arrepentimos, cremosas y con un sabor brutal.
Café y tarta de limón para terminar y ya se ha hecho tarde, pero no deja de entrar gente ya que la cocina de Narciso abre de manera ininterrumpida de 8:00 de la mañana a 1:30 de la madrugada y ve transcurrir toda la jornada de uno de nuestros barrios favoritos. Nosotras felices porque ahora ya sabemos que lo mismo podemos venir a desayunar, hacer brunch, tomar un coctel a media tarde o cenar en” horario madrileño”. Dejamos el turquesa felices y con estómago sonriente.
