Bowler's Kitchen & Bar

Para tomar, llevar y disfrutar

Hay algunas experiencias que, por sencillas que sean, se te quedan grabadas. Pues bien, eso es lo que nos ha pasado al ir a Bowler’s Kitchen & Bar.

Después de tanta lluvia y estrés, vino a visitarnos el sol y decidimos salir a absorber un poco de vitamina D. Entre paseo y paseo, hamburguesa y patateo, el cuerpo nos pedía un poco de comida sana.

De camino por el Barrio de Salamanca, nos topamos con este lugar, recién salido del horno. En él nos recibieron con los brazos abiertos y una gran sonrisa, que se pega más rápido que un bostezo. La mañana empezaba bien.

Bowlers es un pequeño establecimiento donde se guían por tres S: sano, sabroso y sincero. Ofrecen sobre todo, servicio take away, con más variedad de platos, pero si vais allí seguro pasáis un buen rato.

Siempre invitan a un entrante, que van variando, y a nosotras nos tocó hummus, muy fresco y suave. Decidimos empezar compartiendo un ceviche típico con leche de tigre, que se te deshace en la boca y que mola más aún si lo tomas con un chip de plátano, en vez de con tenedor.

Para los principales pedimos recomendaciones y nos sorprendieron con dos apuestas muy originales.

Por un lado, teníamos plato que mezclaba lo gallego con lo peruano: un pulpo con papines, bañados en una salsa a la Huancaína (con mantequilla). El sabor es bastante profundo y agradable, como si lo hubiera cocinado tu madre con mucho cariño. Es curioso lo bien que combina el pulpo con este tipo de salsa.

Probamos también un risotto de langostinos que era para chuparse los dedos. Un plato sencillo y a la vez original, el risotto perfectamente hecho, los langostinos súper jugosos y el parmesano sabrosísimo. Imposible dejar algo en el plato, prometido.

Y como una buena comida se corona con un buen postre, nos lanzamos a la piscina con los dos que ofrecen aquí: la tarta de queso y la tarta de chocolate y coco, que cuando la veis se os abren los ojos y decís ¿Pero esto es la tarta? Y es que es muy curiosa, porque viene en forma de migas con una fina crema de coco, pero al probarla consigue seguir siendo un sabor familiar. Familiar con un twist.

En Bowler’s se toman muy enserio el producto, siempre fresco y de la mejor calidad y eso, junto con sus creaciones multiculturales, aseguran unos platos riquísimos.

Irene Aracil