Plaza de Chueca, 8
Madrid
La pasión es una emoción, un sentimiento muy fuerte hacia una persona, una afición, un objeto… El entusiasmo y el deseo aparecen cuando tenemos pasión por algo. Nosotros tenemos pasión por la gastronomía igual que en Palosanto, el nuevo restaurante de Chueca.
Un espacio rústico y acogedor decorado con muebles restaurados, flores silvestres, balanzas antiguas y burritos de paja. Edi, el impulsor de este proyecto, ha conseguido con sus dotes en arquitectura, una decoración cálida pero con un aire algo industrial.
Palosanto ofrece desayunos, comidas, meriendas con exquisitos gofres caseros, y cenas. Además de una amplia carta de cócteles, zumos tropicales y aguas refrescantes como la de tamarindo o de Jamaica, exquisitas y sanas propuestas para cualquier ocasión.
La cocina es real, casera, sabrosa pero sobretodo sorprendente. En un solo plato destapamos diferentes sensaciones, cada bocado es una sorpresa y el recuerdo de algún sabor distinto al anterior.
Entre algunos de sus platos encontramos una refrescante ensalada oriental, salmón marinado acompañado de arroz con destellos de limón, el famoso bienmesabe realizado con cazón o el pancook, un pan de leña relleno de diferentes currys: langostino o pollo. De postre flan de guanaba, un imprescindible que tenéis que descubrir.
Este local transmite pureza y calidad, igual que su nombre, Palosanto. Y es que tal y como dicen las leyendas Incas su aroma anisado se utilizaba de incienso para alejar las malas influencias.
Roser Ramírez
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