Two door Tavern

Iba con un abrigo asimétrico como el tiempo en aquella época del año, sus labios rojos dibujaban un corazón en la boca. Nevaba en Williamsburg, pero no hacía frío ,una llamada misteriosa esa misma mañana la inquieto hasta llegar al Two Door Tavern.

Una entrada con aires industriales nos pone en alerta, al pasar por la puerta visualizamos madera en gran parte del lugar todo muy rústico y acogedor, un chico excesivamente guapo y atento a partes iguales la lleva a la mesa donde alguien estaba esperándola con un parche que tapa un  ojo de su cara. Cerca una chimenea nos espía en todo momento. En la mesa contigua dos barbudos con camisas de leñador preparan su pipa para ir a fumar junto a la pizarra que anuncia los brunchs en la entrada.

El chico misterioso pide una Tortilla especial ( con salmón en el interior y crema de queso ), la Brooklyn y un Bloody Mary .  Yo necesito algo para mi resaca y opto por unos pancakes de red velvet que al llegar son como una especie de nave espacial comestible, lo sirven con una crema de queso dulce i sirope de arce. En unos segundos mi felicidad explota por los aires.

El chófer les espera a la salida , cuando ella se acomoda encima de la tapicería de piel y mira hacia delante se da cuenta de que el conductor lleva tapado el mismo ojo que su extraño acompañante.

Carlota Vidal vs. Sergi Barnet